La Echinacea o Equinacea, es una planta medicinal ha sido utilizada desde hace siglos por varias tribus indígenas de Estados unidos para tratar heridas e infecciones de la piel, inflamaciones, picaduras de insectos y mordeduras de serpiente.
Se mezcla con vitamina C para potencializar el efecto inmunomodulador que tiene la equinácea purpurea, como también se le conoce.
La parte más usada de la ECHINACEA, es la raíz, donde se concentran las equino lactonas, flavonoides, vitamina C y acido cafeico.
En la actualidad se emplea como tratamiento de apoyo en las infecciones recurrentes del tracto respiratorio superior y del tracto urinario inferior, así como en las infecciones de tipo gripal.
Esta es una de sus principales aplicaciones ya que se ha comprobado clínicamente que reduce los síntomas y duración de los procesos gripales y del resfriado común.
Generalmente se da en mezcla de plantas de estación en invierno con pino y eucalipto y en primavera con tomillo y manzanilla.
Se puede tomar de forma preventiva y cuando comienzan a aparecer los primeros síntomas de la gripe o resfriado.
Por vía tópica se utiliza en forma de loción para tratar las enfermedades infecciosas de la piel y las mucosas, como el acné y los panadizos, destacándose en el tratamiento de la vaginitis por cándida Albicans por su gran efecto fungicida.
Efectos adversos de la Echinacea
En regla general la planta no es una planta toxica y no se han visto reacciones adversas a su utilización, pero se recomienda moderación, evitando el consumo en enfermedades del sistema inmunológico, evitar en cirrosis hepática y pacientes embarazadas y lactación.